September 14, 2022
Anticipándose a su rol de panelista en Cancún, Pablo Fernández conversó con Luke Wilkinson sobre la próxima cosecha de garbanzos y la historia de su negocio familiar.
Pablo Fernández es Director de Compras y Ventas en el establecimiento mexicano especializado en garbanzos Granos La Macarena, una compañía familiar basada en Sonora, México.
Pablo formará parte del panel de garbanzos mexicanos en Americas Pulses Congress de GPC, que se realizará en Cancún del 3 al 5 de diciembre.¿Todavía no se registró en el evento? Inscríbase aquí
En 1930, nuestro fundador Don Avelino Fernández (1904-1991) vio la oportunidad de sembrar garbanzos en el valle del sur de Sonora. Comenzó exportándolos a Cuba, España y Estados Unidos. Con la convicción de trabajar siempre con el grano de mayor calidad, promocionó la variedad “Macarena”, que revolucionó la exportación de garbanzos mexicanos.
Inició la siembra en los años 70 en la costa de Hermosillo, Sonora, que llegó a ser la principal zona de producción en ese entonces. Luego llevó el cultivo a Ciudad Constitución, en Baja California Sur, en los ‘80. Esa zona se convirtió en una de las más importantes unos años después.
Granos La Macarena fue fundada en 1966. Desde entonces, Don Avelino y sus sucesores hemos mantenido una atención constante a la calidad y al servicio, y hemos consolidado el liderazgo y la reputación de nuestra empresa en todos los mercados mundiales para los garbanzos mexicanos.
Nuestra marca La Macarena fue pionera: se registró en 1966 y se convirtió pronto en líder por la calidad y el volumen de sus exportaciones. Las tierras fértiles, la calidad del agua y la experiencia de generaciones en el trabajo del campo lograron el reconocimiento mundial de los productos agrícolas de Sinaloa y Sonora, destacándose la calidad de los garbanzos, por su gran tamaño y color uniforme.
Contamos con cinco plantas estratégicas en las tres zonas de mayor producción del país; nuestro objetivo es procesar y comercializar garbanzo con la calidad y servicio que solicitan nuestros clientes, cumpliendo con los más altos estándares. Contamos con un equipo humano motivado, capacitado y comprometido con la cultura de la mejora continua, y buscamos siempre mantener los niveles de rentabilidad que permitan el crecimiento de Granos La Macarena.
Desde el inicio y por muchos años fue España nuestro principal cliente; sin embargo, hoy en día nuestro principal mercado es Turquía, seguido por Algeria, Portugal, España, Perú, Italia y Grecia, entre otros.
Cada ciclo agrícola es una historia diferente, con situaciones, variantes, clima o factores que alteran el resultado de la producción. Inventarios nacionales e internacionales, u otros países productores de garbanzo alteran el precio de cada ciclo.
Los precios han mostrado tendencia a la baja y esto lleva a sembrar menos volumen. Si analizamos este último ciclo, considero que el volumen es suficiente para cubrir este año y comenzar el próximo sin inventarios.
El mayor problema que atravesamos es la falta de contenedores, con sólo dos líneas navieras -y una de ellas con pocos destinos- , que nos limitan la disponibilidad de contenedores. Esto, sin mencionar el alza del costo de flete,que está resultando complicada de afrontar para la gran mayoría de los compradores. El mercado se resiste a los precios altos, esto sólo provoca que los países productores promuevan la siembra o busquen otras alternativas.
Confío en que la situación se normalice pronto y podamos manejar con tranquilidad el volumen fuerte de México.
Existen productores de temporal o de riego rodado. Un cultivo con buen trabajo de la tierra, cuidados y riego tiende a ser más productivo. Los promedios de producción varían, considerando el tipo de suelo, el trabajo que se le dio a la tierra y qué tipo de riego se trabajó durante el ciclo.
Se podría decir que un garbanzo temporal rinde aproximadamente 1 tonelada por hectárea, mientras un riego rodado rinde entre 1.5 y 2 toneladas promedio o más.
La rotación depende de la zona. En Sinaloa rotan la tierra por ejemplo con maíz, frijoles o papa, entre otros. En Sonora, con trigo o cártamo. La rotación juega un rol importante para evitar enfermedades en el suelo; se recomienda no sembrar un cultivo más de dos años consecutivos, pero el agricultor, en base a su experiencia o ubicación, es quien toma esa decisión.
El plan de cultivo comienza por la cantidad de agua con la que se cuenta. El productor se administra dependiendo de las lluvias y de la cantidad de agua almacenada en su localidad. Existen cultivos que necesitan más agua que otros; el cultivo de garbanzo requiere de poca agua, y es una buena opción para el productor en años de sequía.
Este próximo ciclo vemos una situación algo fuera de lo común ya que contamos con agua suficiente. La temporada de lluvias no ha acabado todavía, se espera que las represas obtengan una muy buena captación.
Pienso que tendremos un ciclo sin mayores limitaciones para la siembra de cultivos de alto consumo como trigo o maíz, y esto puede disminuir el volumen de garbanzo, ya que algunos productores pueden optar por otros cultivos debido a la disponibilidad de agua
Pero los productores con vocación de garbanzo seguirán con nosotros, en particular los de temporal.
Siempre existe dónde poder mejorar y debemos buscar, y exigir, ser más eficientes en el cuidado del agua, esto es responsabilidad tanto del gobierno como de los productores. Los últimos años hemos vivido con sequía, a la espera de lluvias para sacar al menos un cultivo. En ciertas zonas han restringido el área de siembra lo que provoca cambios en el plan de siembra e involucra más costos para el productor.
Pero las entidades que se encargan de la gestión del agua trabajan en las zonas menos eficientes en este sentido, ayudando así a tener menos desperdicios.
Los últimos años entramos a cosechas nuevas con inventarios existentes (carry overs). A excepción de este ciclo, ya que según el volumen captado esta cosecha y los inventarios existentes debemos de quedar sin inventario, entrando a la nueva de cero. Al momento existe mucha incertidumbre respecto del área que se sembrará, es temprano para saber el plan de siembra del productor. La temporada de lluvia ha estado tan activa que el productor puede darse el lujo de escoger y planear su siembra con tranquilidad.
Más adelante, acercándonos a la fecha de siembra (noviembre-diciembre), tendremos un mejor panorama del área y de si la cosecha estará corta o no. Con esta información de ser necesario promueves la siembra buscando un volumen para satisfacer el mercado del próximo año.
Las líneas navieras van a tener un papel importante en estas decisiones, va a depender de ellas si el comercializador va a contar con suficientes contenedores para poder mover el producto a destino. Es mucho el riesgo que corremos los exportadores al depender de las líneas navieras para sacar el producto.
El garbanzo mexicano solamente será afectado por los costos de insumos/fertilizante, es lo único que realmente impactó en forma directa . Sin duda los costos de producción influirán en el precio de compra en campo. Los problemas de limitantes en puertos, disponibilidad de contenedores, espacio, etc. los venimos arrastrando desde tiempos de Covid. .
El costo del fertilizante afecta directamente a todos los cultivos, y se ha incrementado casi al doble. Esto sin duda se tiene que tomar en cuenta ya que impactará al precio de compra. Año tras año los costos de insumos están en alza, pero sin duda el fertilizante ha sido el más alarmante.
Sin duda lo primero que se me viene a la mente es la sequía. La falta de agua ha sido nuestro principal problema, con limitantes en ciertas zonas e incertidumbre sobre si tendremos agua o no el año próximo. Existen zonas donde la escasez de agua impacta al agricultor en el costo; por ejemplo en Hermosillo, Sonora, el costo del agua es más elevado que en otras zonas. En años de sequia se limita el área de siembra, lo que conlleva al agricultor a la compra de derechos de agua aumentando su costo de producción.
El cambio climático sí ha afectado a las legumbres, con afectaciones mínimas pero notorias. Calores extremos y falta de humedad, entre otros factores, golpean al cultivo de tal manera que impacta sobre el rendimiento, con estrés durante su crecimiento, aborto de floración, vainas que no llenan, y todo esto conlleva a una baja producción. Como solución, agricultor e ingenieros técnicos trabajan mutuamente en cambios en fechas de siembra, manejo de control de riegos, tipos de suelo, pero sobre todo en el estudio de nuevas variedades, que sean más resistentes no sólo al cambio climático sino también a las enfermedades del suelo.
El garbanzo es nuestro fuerte hace más de 55 años, somos expertos en garbanzo y seguirá siendo nuestro principal producto. Seguiremos en la mejora continua, trabajando para ofrecer ese garbanzo mexicano tan reconocido por su sabor y buena cochura. Productos como ajonjolí y frijol son otros granos que ofrecemos, procurando siempre hacer algo especial, seleccionando una calidad que sobresalga en el mercado.
Nuestras metas siguen siendo cuidar a nuestros productores y compradores, ofreciendo semilla de calidad y trato de compra para mantener el volumen de siembra. Tenemos todos el compromiso como comercializadores de cuidar el garbanzo mexicano para que siga siendo reconocido y cotizado en el mercado exterior.
Si, La Macarena asistirá al Americas Pulses Congress. Participaremos en el panel de garbanzos mexicanos, ¡nos vemos en Cancun!
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